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Adidas Metalbone Superlight 2026

Adidas Metalbone Superlight 2026, pala ligera de lágrima para jugadoras avanzadas que buscan control, confort y fácil manejo.

Por Jorge Masta
7.8

Nota de Padelful

Potencia6.9
Control7.5
Rebote8.5
Manejo8
Punto dulce7.9

Forma

Lágrima

Peso

345 - 360 gr

Tacto

Medio-Blando

Núcleo

EVA Soft Performance

Caras

Fibra de vidrio

Marco

Fibra de carbono

Adidas Metalbone Superlight 2026

La Adidas Metalbone Superlight 2026 llega como una opción muy interesante para jugadores que buscan una pala ágil, cómoda y con buena salida de bola, sin renunciar a un plus de control en cada golpe. Una pala de corte ofensivo, pero pensada para quien prioriza la sensación de ligereza y el confort en el brazo en partidos largos.

Technical Analysis

Forma y balance

Esta Metalbone Superlight presenta una forma de lágrima, lo que ya nos dice bastante sobre su comportamiento. El punto dulce aparece ligeramente por encima del centro, ayudando a apretar la bola en golpes ofensivos sin perder demasiado control en defensa.

El balance se sitúa en un término medio tirando a manejable. No es una pala cabezona, y eso se nota al cambiar de dirección rápido o ajustar el golpe en el último momento. Facilita bloquear bolas rápidas y defender globos complicados sin que el brazo se sienta castigado.

En resumen: estructura de pala polivalente con un toque algo ofensivo, pero pensada para que el jugador se sienta seguro tanto en defensa como en ataque.

Grip

El grip tiene un tamaño estándar, con un tacto cómodo y sin demasiadas estridencias. Permite un agarre firme sin necesidad de apretar en exceso, algo que se agradece si se tiende a sufrir de sobrecargas en muñeca o antebrazo.

La empuñadura admite bien el uso de overgrips sin que se sienta voluminosa. En golpes de muñeca como dejadas, víboras o cambios de dirección cortos, la pala se mueve con naturalidad. La sensación es de control y buena conexión mano–pala.

Materiales

  • Marco: fibra de carbono
  • Caras: fibra de vidrio
  • Núcleo: EVA Soft Performance

La combinación de marco de fibra de carbono con caras de fibra de vidrio es un clásico en palas que buscan confort y facilidad de juego. El carbono en el marco aporta algo más de estabilidad estructural y durabilidad, mientras que la fibra de vidrio en las caras genera un tacto más elástico y agradable, con buena salida de bola a baja velocidad.

La goma EVA Soft Performance refuerza esas sensaciones de comodidad. Se nota un tacto medio-blando, ideal para jugadores que quieren que la pala ayude en defensa y no castigue el brazo. No es una goma chicle, mantiene cierto recorrido para poder cerrar bien el golpe cuando se aprieta.

Tacto y sensaciones generales

El tacto general es medio-blando, con una respuesta muy amigable desde el primer uso. La pala perdona bastante los golpes ligeramente descentrados y no transmite vibraciones molestas.

En golpes planos, la sensación es suave, con una buena mezcla entre control y salida de bola. En golpes liftados o con efecto cortado, la pala permite trabajar la bola, aunque no tiene un tacto excesivamente seco. El feedback es claro: sabes dónde has golpeado y con qué intensidad, sin necesidad de varias sesiones de adaptación.

Manejabilidad

La manejabilidad es uno de los puntos fuertes de esta Metalbone Superlight. Se mueve rápido, gira con facilidad y permite reaccionar bien en situaciones apuradas. Especialmente interesante para jugadores que se apoyan mucho en reflejos, voleas rápidas y transiciones defensa–ataque constantes.

Quien venga de palas más pesadas o con balance muy alto va a notar un alivio importante en el brazo y en el hombro. Permite jugar partidos largos con menos fatiga y mantener una velocidad de brazo alta en todo el encuentro.

Sensaciones en el Juego

Fondo de pista

Desde el fondo, la pala se comporta de forma muy amable. La goma EVA Soft Performance y las caras de fibra de vidrio aportan una salida de bola generosa, sobre todo en golpes a media intensidad. En bloqueos, globos defensivos y chiquitas, la pala ayuda bastante, sin requerir una técnica perfecta para poner la bola profunda.

El punto dulce es amplio para una pala de lágrima. No obliga a golpear siempre en el centro exacto para tener un buen resultado. Si el jugador se mueve bien y se coloca detrás de la bola, puede defender con comodidad incluso ante rivales que pegan fuerte.

En golpes de drive y revés liftados, la pala da una sensación muy fluida. Se puede trabajar con efecto y controlar la dirección sin problemas. Eso sí, quien busque un palo muy seco para pegar desde el fondo quizás eche en falta algo más de firmeza, ya que el ADN de esta pala tira más a control y confort que a contundencia pura.

En la red

En la red, la manejabilidad vuelve a brillar. Las voleas se ejecutan con mucha facilidad, y la pala responde bien cuando se acelera el brazo. No es una pala que regale una potencia brutal, pero sí permite imprimir buena velocidad de bola si se acompaña el golpe con técnica y piernas.

Las bandejas salen bastante cómodas. El tacto medio-blando ayuda a controlar la profundidad y colocar la bola donde molesta: al cuerpo, al cristal o al rincón. El control en altura es bueno, y se nota que la pala no se clava ni se queda corta si se acompaña bien el gesto.

En víboras, la combinación de forma de lágrima y goma suave permite armar rápido y sacar un golpe con buena salida y peso razonable. No es una pala demoledora en este golpe, pero sí estable y segura, ideal para jugadores que priorizan consistencia sobre pegada máxima.

En juego rápido de red, con voleas bajas y reflejos, la agilidad de la pala marca diferencias. Se puede cambiar de dirección sin esfuerzo y ajustar el golpe en el último instante para buscar los pies del rival.

En el remate

En el remate es donde se nota más el enfoque de esta pala. Permite rematar bien, sacar la bola por tres en condiciones favorables y traerla a tu campo si se tiene buena técnica. Sin embargo, no es una pala pensada para jugadores que basan todo su juego en la pegada.

El tacto medio-blando aporta sensación de control en el remate, pero no ofrece esa sensación de mazo con la que la bola sale disparada casi sin esfuerzo. Hay que acompañar bien el golpe, cargar piernas y utilizar el cuerpo. Si el jugador se mueve correctamente, la pala responde, pero no va a hacer el trabajo sola.

Para remates por potencia a media pista, el jugador ofensivo muy agresivo puede echar en falta algo más de rigidez. Para un perfil más técnicamente ordenado, que elige bien cuándo rematar, la pala será suficiente y, además, menos exigente para el brazo.

Conclusion

La Adidas Metalbone Superlight 2026 es una pala que encaja muy bien en jugadores de nivel intermedio–avanzado que buscan una herramienta cómoda, manejable y fácil de jugar, con un claro enfoque a la polivalencia y al confort.

Destaca por:

  • Gran manejabilidad y rapidez de movimientos.
  • Tacto medio-blando muy agradable, con buena salida de bola.
  • Punto dulce generoso para ser una pala de lágrima.
  • Buen rendimiento en defensa y en juego de transición.

Como puntos a considerar:

  • La potencia en remates no es su punto más fuerte. Está pensada más para control y comodidad que para pegadores puros.
  • Jugadores muy ofensivos, que busquen máxima rigidez y una pegada seca, quizá prefieran un modelo más duro y agresivo.

En conjunto, la Metalbone Superlight 2026 se siente como una pala equilibrada, que facilita el juego, cuida el brazo y ofrece las herramientas necesarias para un pádel moderno basado en la variedad de golpes, la movilidad y la consistencia en cada punto. Ideal para quien valora acabar los partidos con buenas sensaciones, más que con el brazo pasado de vueltas.

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